Excelente representación de los comerciantes de Assuan, una ciudad pintoresca y turística donde las haya. Me gusta mucho el "decorado" y el colorido de la imagen. Un fuerte abrazo Javier
Me gusta mucho, contrasta la sobriedad del vestido del hombre con el colorido de la tela del fondo :) También me gusta mucho la naturalidad con la que posa dentro del nerviosismo que se le aprecia en algunos detalles como el de pies dentro de las sandalias. Saludos
No sé si me gusta más el vendedor de alfombras ó el de cacachuetes, el primero me recuerda lo amables que fueron ciertos habitantes egipcios. En el barco que por el Nilo nos transportaban, camino de Asuan, visitando las tumbas, el Valle de los Reyes....la tripulación se desvivía con nosotros, se apuntaban los cumpleaños de todos los pasajeros, a partir de los pasaportes, claro, y cuando llegaba el día, nos sorprendían apagando las luces y transportando por el comedor una tarta con velitas sobre un carrito, a ritmo del ¡Cumpleaños feliz! interpretado con sus instrumentos. Un lugar que tengo grabado a fuego en mi memoria, aún vivo cada momento. Gracias por estas fotos y estos personajes, Javier, son fiel reflejo de aquel lugar.
Very nice picture with the amazing Egyptian colours !!!
ResponderEliminarY cuanto color!!!!.. Me gusta :)
ResponderEliminarBonito retrato en un buen y colorido escenario.
ResponderEliminarQue importante es la complicidad del protagonista. Un abrazo
Excelente representación de los comerciantes de Assuan, una ciudad pintoresca y turística donde las haya. Me gusta mucho el "decorado" y el colorido de la imagen.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Javier
Me gusta mucho, contrasta la sobriedad del vestido del hombre con el colorido de la tela del fondo :) También me gusta mucho la naturalidad con la que posa dentro del nerviosismo que se le aprecia en algunos detalles como el de pies dentro de las sandalias. Saludos
ResponderEliminarQue sonrisa más feliz!!!
ResponderEliminarUn beso.
No sé si me gusta más el vendedor de alfombras ó el de cacachuetes, el primero me recuerda lo amables que fueron ciertos habitantes egipcios. En el barco que por el Nilo nos transportaban, camino de Asuan, visitando las tumbas, el Valle de los Reyes....la tripulación se desvivía con nosotros, se apuntaban los cumpleaños de todos los pasajeros, a partir de los pasaportes, claro, y cuando llegaba el día, nos sorprendían apagando las luces y transportando por el comedor una tarta con velitas sobre un carrito, a ritmo del ¡Cumpleaños feliz! interpretado con sus instrumentos. Un lugar que tengo grabado a fuego en mi memoria, aún vivo cada momento. Gracias por estas fotos y estos personajes, Javier, son fiel reflejo de aquel lugar.
ResponderEliminarUn abrazo.